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Director Editorial: Dr. Bernardo Kupferberg | Secretario de Redacción: Dr. Pablo Sayago

Comité Editorial: Dr. Samuel Seiref - Dra. Claudia Travella | Comité Científico: Dr. Mariano Grilli - Dr. Horacio Crespo - Dra. Alejandra Julia Giurgiovich

Volumen 22 - Nº 4 - Noviembre de 2023

Internet de las Cosas y su aplicación en Salud

Mariano Grilli
Doctor en Ciencias Médicas
Profesor Libre. Cátedra de Ginecología “B” y Cátedra Libre Medicina y Mujer.
Universidad Nacional de La Plata
Director Científico del Instituto de Ginecología de Mar del Plata. Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Director Portal Académico ObGin. Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

El término ciberespacio, hace referencia a un mundo no físico, sin límites, en donde cualquier persona puede estar interconectada, a través de una conectividad a la red, de manera tal, que pueda interactuar de manera global, dentro de este mundo físico, algún tipo de barreras. Este concepto de ciberespacio fue acuñado por el novelista William Gibson, en 1984, donde el termino se refería al mundo virtual de las computadoras y desde entonces así se ha utilizado. Ya en el 2000, José Silvio explicaba que "…a diferencia del espacio geográfico que conocemos, en el ciberespacio no existe el concepto de lugar geográfico". No existe porque por este medio, estar hablando con una persona en Italia, da la impresión de tenerlo a nuestro lado, en la pantalla de la computadora o smartphone, por eso es tan sencillo, que en este ciberespacio nos relacionemos entre individuos, grupos y organizaciones en una compleja red social, a través de computadoras.

Conectividad total, es el término dentro del cual, se está desarrollando la sociedad moderna, donde la relación entre personas y objetos en el mundo real, se está transfiriendo a una interconexión e intercambio de información entre personas y objetos en el mundo virtual. Estos objetos pueden ser desde equipos médicos, armamentos, equipos domésticos, medios de transporte hasta cualquier otra cosa que al ser humano se le pueda ocurrir en los años por venir. Al desarrollo de las tecnologías que interconectan objetos en redes virtuales en Internet, se le denomina "Internet de las cosas o de los objetos (Internet of Things - IoT).

Este término, Internet de las Cosas o IoT, fue empleado por primera vez en 1999 por el pionero británico Kevin Ashton. En su presentación donde la utilizó, hizo hincapié para describir un sistema en el cual los objetos del mundo físico se podían conectar a Internet por medio de sensores. Mostró, que si pusiera etiquetas de identificación de radiofrecuencia y otros sensores en los productos de la cadena de suministro, estas etiquetas y sensores generarían datos sobre dónde estaban los productos, si habían sido escaneados en un almacén, o colocados en un estante o vendidos, y de esta manera poder realizar un seguimiento de las mercancías sin necesidad de intervención humana.

Hoy en día, el término Internet de las Cosas se ha popularizado para describir escenarios en los que la conectividad a Internet y la capacidad de cómputo se extienden a una variedad de objetos, dispositivos, sensores y artículos de uso diario. A pesar del entusiasmo generalizado en torno a la Internet de las Cosas, no existe una definición única y universalmente aceptada para el término. Entonces, veamos a IoT como un concepto abstracto. Aunque su nombre nos indique simplemente que son cosas que están conectadas a internet, se trata de mucho mas que eso. IoT modifica, potencia y redefine a ciertos objetos que antiguamente no estaban conectados a la red o que si lo estaban, lo hacían mediante un circuito cerrado (comunicadores, cámaras, sensores, etc) y ahora, este cambio les permite comunicarse globalmente mediante el uso de la red de redes. Aquí, es donde podemos considerar una primera definición de IoT, como una red que interconecta objetos físicos y virtuales valiéndose de Internet.

Entonces, este término, que se ha hecho muy popular, Internet de las Cosas, recoge muchas de las tecnologías previas existentes, engloba a todos los objetos conectados a internet que dispongan de sensores y actuadores, que operan utilizando diversos tipos de sistemas de información en la red. Se trata de integrar y conectar todos los dispositivos y objetos de la vida cotidiana, mediante la integración de sensores y dispositivos con objetos que quedan conectados a Internet a través de redes fijas e inalámbricas. Cabe destacar que los objetos que conformarán la red son variados: electrodomésticos, maquinaria industrial, vehículos, entre otros.

Sabemos que las distintas definiciones de IoT están relacionadas con los distintos objetivos de las organizaciones, empresas e instituciones. Hay quienes la considera que,

es la extensión de la conectividad a Internet en dispositivos físicos y objetos cotidianos. Integrados con electrónica, conectividad a Internet y otras formas de hardware (como sensores), estos dispositivos pueden comunicarse e interactuar con otros a través de Internet, y pueden ser monitoreados y controlados de forma remota. Con respecto a la primera definición, cosas conectadas a internet para compartir datos con otras cosas, incluimos a dispositivos conectados, máquinas industriales y más, en cuya conexión a internet, utilizan sensores integrados para recopilar datos y, en algunos casos, actuar en función de ellos. De todas maneras, si preferimos una sobre otra, vemos cuales son los rasgos comunes entre estas: conectividad, "cosas" y datos (o información), al tiempo que nos dan una buena idea del tremendo impacto que IoT tiene en la vida tal como la conocemos.

Hoy ya sabemos, que cualquier cosa que se pueda imaginar podría ser conectada a internet e interaccionar sin necesidad de la intervención humana, el objetivo por tanto es una interacción de máquina a máquina, o lo que se conoce como una interacción M2M (machine to machine) o dispositivos M2M. La rápida evolución tecnológica de internet, ha permitido que la IoT sea ya una realidad y no sólo una visión de futuro. La fama de esta tecnología radica principalmente en todas las aplicaciones y posibilidades que nos proporciona tanto para mejorar tanto la vida cotidiana de las personas como los entornos empresariales, dónde ya se está implantando desde hace algún tiempo.

Esta relación debe concretarse sin la intervención humana, es decir, solo mediante una relación machine to machine (M2M). Sus campos de aplicación más importantes en la actualidad son la industria, el transporte y la energía. Sin embargo, el sector salud está participando y ocupando un 9 %, en el desarrollo de esta tecnología, sobre todo por las consecuencias del coronavirus en los sistemas de salud del mundo.

Estos dispositivos interrelacionados, pueden actuar e interactuar remotamente y generar un ecosistema de servicios a su alrededor con el objetivo de agregar valor y mejorar la experiencia de los usuarios. Cada día, la variedad de dispositivos conectados a loT crece exponencialmente y como consecuencia, los datos que generan esos dispositivos también se incrementan.

La gran variedad de sensores y cosas inteligentes conectadas en los últimos años, hacen que Internet de las cosas, sea un paradigma esencial en todos los campos. IoT es un concepto que refleja un conjunto conectado de cualquier persona, máquina, servicio o cosa, en cualquier momento, lugar y en cualquier red. IoT es una mega-tendencia en las tecnologías de próxima generación, proporcionando soluciones pertinentes para una amplia gama de aplicaciones como: ciudades inteligentes, congestión de tráfico, gestión de residuos, seguridad, servicios de emergencias, logística, control industrial y cuidado de la salud. Vimos que consiste en la interconexión de objetos inteligentes, por tanto, este paradigma se enfrenta a grandes desafíos y uno de ellos es la energía, el principal desafío técnico. Muchas líneas de investigación se están realizando sobre cosecha de energía, conservación de energía, energía y uso, para diseñar y desarrollar sistemas de cosecha de energía del ambiente y no desperdiciar nada en operación

Esta inclusión de los objetos interconectados mediante internet, ya casi de manera automática en nuestra vida, nos provee un impacto positivo en la sociedad y ciertas ventajas:

  • Automatización de las tareas sin intervención humana
  • Mayor eficacia y ahorro de tiempo
  • Ahorro de costes, ya que se puede reducir el consumo de energía en el hogar, trabajo y sitios públicos
  • Mejora de la calidad de vida de las personas

Tambien vemos como las empresas se aprovechan de esta relativamente nueva capacidad para analizar información en tiempo real sin intermediarios humanos. Estas pueden maximizar la eficiencia de los procesos en la industria, adaptar la producción industrial al stock y a la demanda esperada de cada producto con una planificación de estrategias más detallada que dé respuestas inmediatas a situaciones reales. Cuando la IoT se vincula al Big Data, generan beneficios como:

  • Automatización de procesos
  • Producción más eficiente en función de los diagnósticos de uso y satisfacción de los clientes
  • Mejora de la experiencia de usuario
  • Toma de decisiones estratégicas más informadas
  • Ahorro de costes
  • Beneficios ecológicos, por ejemplo, reducción del consumo energético

El ámbito de aplicación es muy amplio y cada día surgen más y más dispositivos que hacen posible la Internet de Las Cosas recoja datos y los envíe a la red para su análisis o incluso realizar un análisis previo y después mandarlos a la red. En este proceso de comunicación es dónde IoT está evolucionando ya que uno de las trabas a salvar, es el tipo de protocolo con el que se comunican dichos dispositivos (el idioma que hablan entre ellos). Actualmente, existen dispositivos o sensores muy nuevos cuya comunicación y conexión a internet es fácil y directa, pero también existen muchos otros dispositivos no estándar, más antiguos, cuyo protocolo de comunicación y conexión no es trivial, y es allí donde se tiene que trabajar más. Ya comentamos que la IoT es “algo” muy extenso y con infinitas aplicaciones, sin embargo, no es nada nuevo que los dispositivos estén conectados o tengan algún grado de inteligencia. La clave novedosa es como la IoT propone hacerlo ahora: a) que estén conectados a Internet b) de ser posible, de forma directa, c) que sean capaces de recopilar datos e información y transmitirla a otros dispositivos, y d) que dicha información pueda ser guardada y analizarla para la mejora del propio funcionamiento del dispositivo o la mejora de otros dispositivos.

IoT y Salud

Con la IoT, vemos como surgen nuevos dispositivos, los cuales se interconectan a internet y están diseñados para facilitar y por ende mejorar, la vida cotidiana de nosotros. Por ejemplo, ciertos dispositivos que son controlados por la voz, a los cuales se les pide que reproduzcan una canción desde un repositorio en internet, o los dispositivos y aplicaciones que permiten controlar todos los parámetros del agua de un acuario, o incluso los sistemas de alarmas de las casas que se conectan con las centrales. Los sistemas de seguridad que se conectan a la red para avisarte cuando alguien entra en tu casa o aquellos dispositivos que permiten encender la calefacción desde un teléfono móvil.

Actualmente, existen alrededor de 22.000 millones de dispositivos conectados o más, en el Internet de las Cosas. Hay una amplia lista de objetos, los cuales abarcan desde dispositivos pensados para el uso cotidiano, para la salud, y a aquellos vinculados a la industria. Sr destacan los dispositivos wearables, es decir, aquellos que el usuario puede llevar puestos en alguna parte de su cuerpo y que, por supuesto, además de su función y poder estético (ej: reloj), recopilan y ofrecen información sobre la salud interactuando de forma continua con el usuario. Pulseras de monitorización del ejercicio, smartwatches o audífonos inteligentes son solo algunos de los ejemplos más conocidos. También existen dispositivos wearables diseñados expresamente para mejorar el flujo de trabajo en ciertas tareas profesionales.

Desde mucho tiempo atrás, los instrumentos de medición han sido el desvelo de los seres humanos, quienes, en buena medida, se han esmerado en la creación de herramientas para ayudarnos en la medición de datos concretos, debido a que poseemos una capacidad limitada para conocer las medidas exactas de lo que se necesite valorar. El siglo 18 fue clave en la creación de estos instrumentos. Actualmente, desde las cintas métricas, a las básculas o los termómetros, primero de mercurio y ahora digitales, estos medidores de actividad son un paso más para la medición de datos concretos, en este caso relacionados con la salud personal. En los últimos años, se han lanzado múltiples dispositivos conectados más avanzados de tipo médico. Entre los casos más exitosos está el medidor de glucosa en sangre Freestyle Libre de Abbott, con una amplia lista de espera. Este sistema se compone de dos partes: un pequeño parche, que se debe aplicar cada 2-3 semanas y que permite tomar las lecturas, y un aparato medidor específico. Los parches están equipados con un reactivo y con una pequeña incisión son capaces de obtener muestras de sangre. La persona puede obtener su nivel de glucosa en tiempo real acercando el medidor al parche. El otro ejemplo sería la pulsera Empática, un sensor que mide la respuesta galvánica de piel y que es capaz de detectar los niveles de estrés de la persona. La información procesada y convertida en datos, puede avisar de forma anticipada de un ataque epiléptico. La continua perfección de estos instrumentos colaborará para que la vida sea mejor, logrando una precisión y fiabilidad óptima para conseguir la autorización para su uso médico (FDA).

En los últimos años han surgido diversas iniciativas para incorporar el Internet de las Cosas en la prestación de servicios de salud. Estaban orientados, la gran mayoría, en relación con la mejora de la actividad asistencial, con el control y monitorización de algunos marcadores y el seguimiento de casos complicados desde el hogar. Y esto fue solo el comienzo, ya que se están comenzando a utilizar otros enfoques, mas avanzados y ligados a la esfera de la transformación digital de los sistemas de salud y los datos obtenidos sobre los aspectos de la salud. Esto genera un gran ecosistema interconectado en el ámbito sanitario, lo que favorece al trabajo del personal de salud, transformandolo en acciones más inmediatas y precisas, además de facilitar la gestión de los centros hospitalarios, o bien incluso de las unidades de salud que brindan atención primaria, y mejorar con ello el bienestar del paciente.

Los sistemas de salud a nivel mundial tienen una tendencia a cambiar y es allí donde herramientas como el internet intervienen. Gracias a la Internet de las Cosas Médicas (Internet of Medical Things-IoMT), se hacen más accesibles los servicios de atención, aumentando la cobertura, mejorando los diagnósticos y facilitando la prevención. La medicina actual presenta grandes retos que están siendo cubiertos por estas nuevas tecnologías, así que la inclusión de IoMT dentro de nuestros sistemas de salud representan su evolución y el futuro de una medicina sostenible y accesible.

Hace ya un tiempo, que el campo de la salud está siendo transformado por la tecnología y por sus nuevas tendencias. La infraestructura, los dispositivos médicos, las aplicaciones y demás servicios sanitarios están siendo impulsados por la Internet de las Cosas Médicas,   concepto que reúne todo ese sistema de dispositivos médicos interconectados que utilizan sensores, actuadores, protocolos de comunicación, sistemas de almacenamiento, herramientas para el análisis de datos e interfaces de comunicación informática para intercambiar sus datos vía internet. La IoMT, ha permitido en estos tiempos pandémicos, proveer asistencia médica remota, monitorear a los pacientes y generar alertas en tiempo real, según los signos vitales de la persona; recopilar datos para generar reportes automáticos y lograr la interconexión de los centros de salud. Sin duda, que estos avances han brindado grandes beneficios en la mejora en la asistencia al paciente, disminución de los costos de servicio y progreso en la gestión de los recursos como el tiempo de espera.

El espectro médico en el que la IoMT puede entrar es vasto; es un ecosistema tan grande que comienza a incluir las nuevas tecnologías para el automonitoreo, la industria farmacéutica, el seguro de atención médica, construcción de edificios o instalaciones que posteriormente brindarán atención médica, robótica, biosensores, camas inteligentes, píldoras inteligentes y telemedicina, entre otros. Es un hecho que al incluir esta modalidad de tecnología se pueden alcanzar acciones que aminoren las posibles desatenciones latentes en las unidades de salud. Por ejemplo, existen camas inteligentes capaces de auto monitorearse y avisar en cuanto se desocupen, alternando también, regular la presión y la posición del paciente para ahorrar tiempo y que el personal de salud tenga la disponibilidad de centrarse en todos los usuarios de igual manera.

Es un hecho, que con el devenir de la pandemia, se han incrementado las consultas y visitas médicas virtuales o en remoto. Se está trabajando en un paquete de innovaciones, orientadas a la telemedicina y en general cualquier medida destinada a minimizar las situaciones de riesgo entre pacientes y personal de salud. En la misma línea, aparecerán nuevos dispositivos encaminados a la ayuda domiciliaria automatizada para mayores y discapacitados. Toda esta aceleración de la gran movida tecnológica, en época de COVID-19, mostró un aumento sustancial de las inversiones en transformación digital. Los dispositivos y sensores remotos para evaluar la salud de los pacientes en casa se han convertidos en casi imprescindibles debida a esta situación de pandemia. Además, los wearables y los sensores remotos para seguir la salud de los pacientes en su casa han ganado mucha relevancia.

Todos los avances instalados y en desarrollo, está afectando todo lo que está relacionado con la salud, desde el médico hasta la empresa farmacéutica de una manera importante y trascendental. Cualquiera de nosotros, usamos wearables para monitorear nuestra actividad física, patrones de sueño y otros hábitos relacionados con la salud. Los Centros Sanitarios, utilizan sensores de IoMT para monitorear mejor a los pacientes y obtener datos precoces ante un evento grave. Esto es solo el comienzo de cómo se utilizará IoMT para mejorar nuestra salud y ayudar a salvar vidas.

El mundo donde vivimos, está cada vez más interconectado, debido a que la digitalización del mundo físico es real en comparación con unos años atrás, la combinación software y hardware dota a un producto de vida inteligente. Ahora, todos disponemos de algún dispositivo, como nuestro smartphone que tiene una realización existente y evidente con nosotros o con otros objetos que a su vez se conectan entre sí y con Internet ofreciendo datos a tiempo real, ya que cada día se crean 2,5 trillones de bytes de datos. Pero ¿Qué tiene que ver IoT con Big Data o la Inteligencia Artificial? Mucho, en el área de Internet de las Cosas Médicas, el Big Data y la Inteligencia Artificial se complementan perfectamente, ya que una de las consecuencias de la llegada del IoT es la generación de una gran cantidad de datos que deben ser analizados a través de la tecnología Big Data con el fin de ofrecer mejores servicios ante el usuario. Los objetos inteligentes ofrecen millones de datos, que provienen directamente del número de dispositivos conectados entre sí, ya sea a través de Internet o microchips, los cuales muestran una estrecha relación, cuando su número aumenta, los datos que quedan almacenados y listos para el análisis aumentan también. Además, la Inteligencia Artificial ofrece un gran potencial en IoMT, ya que ofrece nuevos servicios y opera de manera más eficiente que años atrás, siendo esta, clave para el futuro del IoT.

Es un hecho que, juntas, la inteligencia artificial (IA) y la Internet de las Cosas (IoT) transformarán tanto Internet como la economía global. Se estima que, en los próximos cinco años, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático se integren en todas las formas de tecnología que incorporen el intercambio y el análisis de datos, lo que generará un gran impacto en la creación de nuevos servicios y descubrimientos científicos, hasta el aumento de la inteligencia humana y su convergencia con el mundo digital. Hoy, tenemos muchas incertidumbres en cuanto a la inteligencia artificial, entre ellas el hecho de delegar la toma de decisiones a las máquinas, la falta de transparencia y saber si el cambio tecnológico será más rápido que el desarrollo de políticas y normas de implementación. La automatización puede cambiar profundamente las economías y las sociedades deben prepararse para la disrupción que traerá la inteligencia artificial (sumada a la IoT).

El objetivo principal del IoMT es ayudar a cuidar a los pacientes de la mejor manera posible, en tiempo real y optimizando los servicios sanitarios. Sabemos que esta nueva forma de gestionar la salud y sus datos está transformando las Instituciones y Centros Sanitarios ahorrando costes, mejorando su rentabilidad, reduciendo el tiempo de espera y sobre todo, mejorando la atención y experiencia del paciente. Hoy por hoy, las aplicaciones principales de la IoMT son:

Telemedicina: La Telemedicina, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “la prestación de servicios de salud (cuando la distancia es un factor determinante), por parte de profesionales sanitarios a través de la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para el intercambio de información válida para el diagnóstico, el tratamiento, la prevención de enfermedades, la investigación y la evaluación y para la formación continuada de profesionales sanitarios, todo ello con el objetivo final de mejorar la salud de la población y de las comunidades”.

Wearables y Big Data: La tecnología Wearable puede actuar como una extensión natural de los dispositivos que ya usamos con regularidad, pero están diseñados para proporcionar y recoger información de una manera más natural. Los dispositivos Wearable recolectan grandes cantidades de datos. Big Data se utiliza para describir la cantidad voluminosa de datos y entidades a crear. La demanda de recursos para su explotación no debe disuadir a los administradores de datos de encontrar maneras de extraer valor. Un análisis de Big Data es el proceso por el cual se examinan conjuntos de registros que contienen una variedad de tipos de datos para descubrir patrones ocultos, relaciones desconocidas, tendencias del mercado, preferencias del cliente y otra información comercial útil. Los resultados analíticos pueden conducir a una comercialización más eficaz, nuevas oportunidades de ingresos, mejor servicio al cliente, mejora de la eficiencia operativa, ventajas competitivas sobre organizaciones rivales y otros beneficios empresariales.

Inteligencia artificial: Las herramientas habilitadas con IA pueden identificar relaciones significativas en datos sin procesar y tienen el potencial de aplicarse en casi todos los campos de la medicina, como el desarrollo de fármacos, las decisiones de tratamiento, el cuidado del paciente y las decisiones financieras y operativas. Con la IA, los profesionales del cuidado de la salud pueden resolver problemas complejos qué sin ella, su abordaje sería difícil, ineficaz y tomaría mucho tiempo. La IA podría ser un recurso valioso para los profesionales médicos, ya que les permitiría usar mejor su pericia y aportar valor en el ecosistema de la salud.

Drones: Los drones pueden acudir a un punto fijado por GPS y llevar cámaras, sensores de termografía, visión nocturna, portar un salvavidas, portar material médico, un desfibrilador, un medidor de glucemia, sensores de temperatura, de latido cardíaco, frecuencia respiratoria, un ecógrafo, un teléfono móvil, medicación, kit de supervivencia. Pueden facilitar la asistencia médica desde la propia cámara del dron, estableciendo una videoconferencia e incluso dar indicaciones de primeros auxilios utilizando un botiquín que ha transportado. En un futuro los drones podrían llegar antes que las ambulancias para monitorizar el estado del paciente y tal vez evitar complicaciones antes de que llegue la asistencia tradicional.

Realidad aumentada:  La realidad aumentada superpone tanto elementos virtuales como información, a nuestra visión del mundo real o físico. La RA nos permite añadir capas con información visual o contenido gráfico (imágenes en 2D, 3D, texto o vídeos) en tiempo real sobre nuestro entorno, mediante la tecnología, ya sea desde un celular, unas gafas especiales, un computador, etc. De este modo podemos definirla como la interacción entre el mundo real y el mundo digital, permitiendo que seamos conscientes de nuestro entorno mientras se realiza la interacción con capas de contenido gráfico superpuesto en el mundo real, logrando entonces convertirse en una herramienta indispensable en áreas como la medicina. 

Usando IoMT en la atención médica, finalmente podemos comenzar a abordar un problema crítico actual: el de la fatiga de alerta en la prestación de atención clínica. Esto ocurre cuando los proveedores de atención reciben demasiadas alertas clínicas, y hasta el 99 por ciento de ellas son falsas alarmas. La fatiga de alerta es directamente responsable de un número creciente de lesiones y muertes de pacientes. Con IoMT en el cuidado de la salud, hay muchas maneras de mejorar la atención y la seguridad del paciente. Los hospitales pueden implementar la utilización de dispositivos de monitoreo inteligentes y conectados que estén vinculados a los registros de los pacientes, los sistemas de farmacia, la ubicación de las habitaciones, los horarios del personal de enfermería y más. Los sensores que están en estos dispositivos inteligentes recopilan datos, que se integran con otros dispositivos médicos y datos del sistema y luego se analizan para determinar si se debe activar una alarma silenciosa para un evento no crítico o una alarma audible para un evento crítico para la vida. De esta manera, IoMT aumentará la confianza en las alarmas, reducirá la carga de trabajo e impulsará la acción oportuna, manteniendo a los pacientes más seguros.

Los datos del paciente en tiempo real permiten a los proveedores recopilar y procesar datos del paciente que, en algunos casos, pueden permitirles anticipar los problemas de salud y realizar intervenciones sensibles al tiempo. Las aplicaciones de tecnología IoMT más comunes en la atención médica en el año 2019 fueron: un 64% en monitores de paciente, un 56% en contadores de energía 56% y un 33% en radiografías e imágenes.

Las mayores oportunidades para IoMT en el cuidado sanitario, radican en ayudar a los profesionales de salud a elaborar diagnósticos más rápidos y precisos y protocolos de tratamiento más precisos y personalizados. Esto puede mejorar de manera general, los resultados, reducir los costos y, en última instancia, proporcionar un mayor acceso a la atención de alta calidad para más personas en todo el mundo. La IoMT orientada en las tecnologías de atención médica puede integrar y analizar diversos tipos de datos relevantes para el diagnóstico y moverlos a sistemas de apoyo a la toma de decisiones clínicas. Veremos que los proveedores de atención médica que puedan utilizar estos sistemas tendrán una imagen más completa de la salud de cada paciente, así como las herramientas para hacer recomendaciones de tratamiento más rápidas y precisas.

Se nota, que la evolución de la tecnología de información y comunicación (TIC), están transformando todas las actividades humanas, impactando fuertemente al sector de la salud. Frente a este panorama, y con una mirada puesta en el futuro de estas tecnologías que se enmarcan en la industria 4.0, tienen un rol preponderante en los avances en el sector salud, y es por esto mismo que se habla de tecnologías 4.0 para cuidado de la salud (Health Care 4.0 o HC4.0). Esto traerá beneficios valiosos, así su impacto en el bienestar y en la calidad de vida en general, tanto para las personas sanas como para los pacientes enfermos, es más fácil de imaginar, ya que se podrán promover los buenos hábitos y los tratamientos oportunos mientras se reducen los costos de hospitalización y atención médica.

Comentario final

Internet ha evolucionado rápidamente y esto ha permitido que IoT sea ya una realidad y no sólo una visión de futuro, dado que el éxito de esta tecnología, se debe a la implementación de todas las aplicaciones y posibilidades que nos proporciona, tanto para mejorar tanto la vida cotidiana de las personas como los entornos empresariales, dónde ya se está implantando desde hace algún tiempo.

Esta tendencia tecnológica continuará evolucionando de manera continua y con cero posibilidad que se estanque. Vemos que su aplicación está muy arraigada en múltiples escenarios, como pueden ser plantas de producción para realizar mantenimiento preventivo y analizar datos, en el sector médico, dónde se puede monitorizar y evaluar las constantes de un paciente y actuar antes de que una situación se convierta en crítica. También en nuestro hogar, con las “SmartHomes”, dónde el microondas puede empezar a calentar la comida antes de que el usuario llegue a casa, en los llamados “wearables”. Nuestra indumentaria compartiá un rol desconocido hasta ahora, como por ejemplo, unas zapatillas que cuenten todos los kilómetros que corre una persona o al cuerpo, como lo “Smartwaches”, y un largo etcétera.

Va a cambiar en los próximos años, la relación médico-paciente. Esta flotará en un espacio mas cooperativo, virtual y simultáneo. La tecnología IoMT deben permitir hacer un seguimiento en tiempo real del paciente, así como administrar y almacenar datos conseguidos, y la interconexión máquina a máquina. Según el Grupo Research Now, el 50% de los médicos introducirán aplicaciones médicas en su práctica durante los próximos cinco años. Si bien se está trabajando exitosamente con la aplicación de inteligencia artificial,  se espera que cada vez más la toma de decisiones médicas pueda contar con el apoyo de esta para que analice y conecte datos valiosos. 

Se manejará un gran volumen de datos y el alcance de estos permitirán desarrollar un aprendizaje potente y modelos diagnósticos y terapéuticos adaptativos. A medida que el aprendizaje avanza, estos algoritmos tendrán la facultad de poder detectar patrones y relaciones nuevas, las cuales estaban ocultas o desconocidas entre los datos, los diagnósticos, los tratamientos y los resultados de los pacientes. Es posible que esta tecnología, en un futuro, desarrollen un nivel de autonomía en el diagnóstico y tratamiento, lo cual, asistirían en tiempo real, a médicos y enfermeras practicantes, ayudándoles a brindar atención de alta calidad y lograr mejores resultados para los pacientes a un costo menor.

Esta interacción y aplicación de la IoMT, nos brindará diagnósticos más precisos, con menos margen de errores y menores costos de atención para los profesionales de la salud. También, la tecnología de los smarphones, va a permitir a los pacientes enviar su información sanitaria para monitorizar mejor la evolución de una determinada enfermedad, y hacer un seguimiento y prevención de las enfermedades crónicas. Sin embargo, aún hay retos por resolver. La conectividad confiable: que los dispositivos encuentren una red de comunicaciones que asegure la transmisión correcta de los datos médicos. Igualmente, fortalecer las redes urbanas para evitar la saturación del número de dispositivos conectados. También, la ciberseguridad, ya que la protección de los datos del paciente durante la transmisión es un tema evidentemente sensible

Estos objetos conectados vendrán acompañados de una serie de conjuntos de datos personales y entonces, se deberá entender cómo usar esta información adicional, de forma que sea útil tanto para el paciente como para el profesional médico. Por supuesto, habrá una educación continua en el el personal sanitario, para que sea capaz de aprender y utilizar estos nuevos medios para ayudar a los pacientes a cuidar mejor de su salud. Desde el punto de vista del diseño de los servicios, una de las claves será garantizar que con la digitalización, no estamos perdiendo la parte más intangible de lo que se consideran los cuidados.

Entendemos que esta tecnología nos permitirá monitorizar en remoto a los pacientes de forma más efectiva y económica, pero este hecho no significa que debamos relegarlos a ellos a una vida más solitaria y aislada por el mero hecho de que la tecnología lo permita. Seguramente, el gran debate en todos los estos escenarios, está siendo su complejidad, no sólo técnica, sino también legal y ética. Quizá, en un futuro no muy lejano, surgirán nuevas profesiones en el ámbito médico, relacionadas con el análisis de datos o la protección de la privacidad de las personas.

 

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